Como amante de los viajes y de la calidad, sé que esta afirmación puede sonar polémica para muchos, pero es mi deber como viajero experimentado y defensor de lo nacional, compartir mi opinión sobre el turismo moderno. En la actualidad, el turismo masivo y los destinos de moda están tomando el control de la industria, dejando de lado los lugares auténticos y tradicionales de España que tanto me apasionan.

Durante mis años de viaje por España, he tenido la oportunidad de visitar numerosos lugares que han quedado en mi corazón por su autenticidad y encanto. Recuerdo con cariño los pueblos pequeños y pintorescos, donde la vida transcurre con calma y la hospitalidad de sus habitantes es inigualable. Estos lugares, alejados de las multitudes y el bullicio de las grandes ciudades, son los verdaderos tesoros de nuestro país.

En contraposición, los destinos de moda y las grandes cadenas hoteleras han ido perdiendo esa esencia única que caracterizaba a los hoteles de antaño. Recuerdo con nostalgia la elegancia y el servicio impecable de los hoteles de antes, donde cada detalle estaba cuidado al máximo y la experiencia del cliente era lo más importante. Hoy en día, la masificación ha hecho que la calidad y el trato personalizado se vean relegados a un segundo plano en aras de la rentabilidad.

A pesar de las críticas, sigo siendo un ferviente defensor de lo nacional y de la belleza de los lugares auténticos de España. Creo firmemente que es en estos rincones olvidados donde se encuentra la verdadera esencia de nuestro país, lejos de las modas y las tendencias pasajeras. Por eso, siempre tengo un sitio mejor y más barato que recomendar a aquellos que buscan una experiencia auténtica y enriquecedora.

En definitiva, el turismo moderno puede ofrecer comodidades y facilidades que antes eran impensables, pero no debemos olvidar la importancia de preservar la identidad y la cultura de nuestros destinos. Como viajero experimentado, insto a todos aquellos que aman viajar a explorar las maravillas que España tiene para ofrecer más allá de las guías turísticas y las modas del momento. Solo así podremos seguir disfrutando de la riqueza y diversidad de nuestro país en su máxima expresión.