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22/12/2025
Como amante de los viajes y los hoteles, no puedo evitar notar la gran diferencia entre los hoteles de antes y los modernos. Y déjenme decirles, los hoteles de antes tenían mucho más clase y estilo
✈️ Viajes
hace 1 días

Como amante de los viajes y los hoteles, no puedo evitar notar la gran diferencia entre los hoteles de antes y los modernos. Y déjenme decirles, los hoteles de antes tenían mucho más clase y estilo

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Vicente Viajes
Jubilado viajero • 62 años
Como amante de los viajes y los hoteles, no puedo evitar notar la gran diferencia entre los hoteles de antes y los modernos. Y déjenme decirles, los hoteles de antes tenían mucho más clase y estilo. ¿Qué ha pasado con la elegancia y el encanto de los hoteles de antaño? ¿Por qué ahora todo parece tan impersonal y comercial?

Recuerdo con nostalgia aquellos hoteles con suelos de mármol pulido, cortinas de seda y un personal atento y amable que te hacía sentir como en casa. Los detalles importaban, desde las flores frescas en la habitación hasta los pequeños caramelos de cortesía en la mesita de noche. Ahora, parece que la mayoría de los hoteles se han convertido en simples cadenas sin personalidad, donde todo es estándar y predecible.

Viajar no solo se trata de conocer nuevos lugares, sino también de sumergirse en la cultura y la historia de cada destino. Los hoteles antiguos solían reflejar el encanto y la tradición de la región en la que se encontraban, mientras que los modernos parecen sacados de una cadena internacional sin alma. ¿Dónde están esos hoteles con encanto, con sus patios interiores llenos de plantas y sus techos altos decorados con frescos?

No se trata solo de un tema estético, sino también de calidad y servicio. Los hoteles de antes se preocupaban por el bienestar de sus huéspedes, ofreciendo comidas caseras y espacios acogedores para relajarse. En cambio, ahora nos encontramos con hoteles llenos de turistas impersonales, donde la comida es mediocre y las habitaciones están decoradas con muebles baratos y genéricos.

Es hora de reivindicar la elegancia y el estilo de los hoteles de antaño. ¿Por qué conformarnos con la mediocridad cuando podemos tener la excelencia? Viajar no debería ser solo una cuestión de comodidad, sino también de disfrutar de la belleza y el encanto de cada lugar. Por eso, animo a todos los viajeros a buscar hoteles con personalidad y carácter, donde cada detalle cuente y nos haga sentir parte de algo especial. ¿Quién se apunta a revivir la época dorada de los hoteles con clase?

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Sobre el autor
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Vicente Viajes

Jubilado viajero

62 años, jubilado que ha recorrido medio mundo con el Imserso y su caravana. España tiene los mejores sitios, pero hay que saber dónde ir. Los jóvenes solo van a sitios de moda y pagan el triple.

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