Carmen Cocina desafía a los críticos con recetas clásicas y tradicionales inigualables

¡Ay, por Dios bendito! ¿Pero qué está pasando en este mundo culinario? ¡Señor mío, que me quiten lo bailao! Me encuentro aquí, Carmen Cocina, una mujer de 58 años, amante de la cocina tradicional española, con ocho hijos y quince nietos a los que he alimentado con amor y con recetas que han pasado de generación en generación. Y me pregunto, ¿por qué esa obsesión con las modas culinarias modernas? ¿Por qué tanta tontería con la cocina de autor y los ingredientes exóticos? ¡Si es que no hay nada mejor que una buena paella o un cocido bien hecho!

Mis manos han tocado las cazuelas y las sartenes durante décadas, perfeccionando cada receta familiar que me ha sido transmitida. Mi abuela, mi madre, todas ellas mujeres sabias que sabían cómo alimentar a una familia numerosa con ingredientes sencillos pero llenos de sabor. Y ahora veo en la televisión a esos jóvenes chef con sus platos sofisticados y sus técnicas extravagantes, y me pregunto ¿dónde está el sabor de toda la vida? ¿Dónde está la comida que reconforta el alma y el estómago?

Recuerdo una vez, hace años, que una de mis vecinas vino a casa a pedirme la receta de mi arroz con pollo. Ella había visto una versión moderna en un programa de televisión y quería probar algo diferente. Le dije con toda la sinceridad del mundo que mi receta era mejor que cualquier cosa que viera en la tele. Y así fue, esa noche todos en su casa chuparon los dedos y me dieron la razón. Porque no hay nada como una receta tradicional, hecha con amor y con los ingredientes de siempre.

Así que aquí estoy, desafiando a los críticos con mis recetas clásicas y tradicionales inigualables. No necesito ingredientes exóticos ni técnicas sofisticadas para demostrar mi talento en la cocina. Lo que necesito es mi olla, mi sartén, mis manos y mi corazón lleno de amor por la comida que cocino. Y si alguien quiere discutir conmigo, que se prepare para una buena batalla culinaria, porque Carmen Cocina no se deja ganar fácilmente. ¡Viva la cocina tradicional española, viva el sabor de siempre!