Antonio Motor arremete contra los SUV eléctricos: 'Prefiero un V8 de verdad'

Como buen amante de los motores diésel y mecánico de toda la vida, no puedo quedarme callado ante la invasión de los coches eléctricos en el mercado automotriz. ¿Dónde ha quedado la pasión por los motores de verdad, esos V8 que rugen y te hacen sentir la potencia bajo el capó? Los SUV eléctricos pueden ser todo lo eficientes que quieran, pero para mí no hay comparación con un buen motor de combustión interna.

Recuerdo cuando era joven y trabajaba en el taller de mi padre, desmontando y arreglando motores diésel. Eran tiempos en los que la mecánica era todo un arte, donde cada pieza tenía su función y se podía reparar prácticamente cualquier avería. Ahora, con los coches eléctricos, todo se reduce a un montón de cables y circuitos que solo un ordenador puede entender. ¿Dónde queda la verdadera destreza del mecánico?

Mi Seat León del 2008 es para mí el mejor ejemplo de lo que debe ser un coche: fiable, resistente y con un motor diésel que no se rinde ante nada. Aunque no sea el más rápido en la carretera, sé que puedo confiar en él en cualquier situación. Los SUV eléctricos pueden prometer autonomía y tecnología punta, pero ¿durarán tanto como mi querido León?

No es solo cuestión de rendimiento, sino de pasión y tradición. Los motores V8 son toda una obra de arte en sí mismos, con su sonido inconfundible y su potencia desbordante. ¿Quién puede resistirse a la tentación de pisar a fondo el acelerador y sentir cómo el motor ruge con fuerza? Para mí, un SUV eléctrico nunca podrá igualar esa sensación.

En definitiva, prefiero mil veces un V8 de verdad a cualquier SUV eléctrico. Porque para mí, la verdadera esencia de un coche está en su motor, en su capacidad de emocionar y de hacerme sentir vivo al volante. Los coches modernos pueden tener todas las comodidades y avances tecnológicos del mundo, pero nunca podrán reemplazar la magia de un buen motor de combustión interna. Y mientras yo siga en el taller, luchando por mantener viva la pasión por los motores de verdad, los SUV eléctricos nunca me convencerán. ¿Y a ti?