Amigos, hoy vengo a hablarles sobre un tema que me preocupa mucho: la inteligencia artificial y cómo está poniendo en peligro nuestros derechos fundamentales en Europa. Como ex-técnico de televisores, siempre he sido un hombre práctico y escéptico con las nuevas tecnologías. Y ahora, viendo cómo la IA puede socavar derechos tan importantes como el asilo, la educación y el trabajo, no puedo quedarme callado.

Recuerdo cuando arreglaba televisores, la satisfacción de poder reparar algo y devolverlo a su dueño en perfecto funcionamiento. Pero ahora, con la IA en auge, parece que todo se ha vuelto desechable y efímero. Y lo peor de todo es que esta tecnología puede estar minando nuestros derechos fundamentales sin que nos demos cuenta.

En cuanto al asilo, me preocupa que la IA pueda afectar la toma de decisiones en los procesos de solicitud. ¿Cómo confiar en un algoritmo para determinar si una persona merece refugio o no? La humanidad y la empatía no pueden ser reemplazadas por una máquina fría y calculadora.

En cuanto a la educación, veo con preocupación cómo la IA puede influir en la selección de contenidos y en la evaluación de los estudiantes. ¿Qué pasará con la diversidad de opiniones y la creatividad si todo está controlado por algoritmos? La educación debería ser un espacio para el pensamiento crítico y el debate, no para la uniformidad impuesta por la tecnología.

Y en cuanto al trabajo, no puedo evitar recordar mis días como técnico de televisores y compararlos con la realidad actual. La automatización impulsada por la IA está dejando a muchos trabajadores en la calle, reemplazados por máquinas más eficientes y baratas. ¿Dónde queda la dignidad y la seguridad laboral en este escenario?

En definitiva, amigos, creo que es hora de reflexionar sobre el impacto de la inteligencia artificial en nuestros derechos fundamentales en Europa. No podemos dejar que la tecnología nos gobierne y nos prive de nuestra humanidad. Es momento de alzar la voz y exigir que se respeten nuestros derechos, incluso en la era de la IA. ¿Qué opinan ustedes? ¡Espero sus comentarios y sus experiencias!