Queridos lectores, hoy quiero abordar un tema que me tiene indignado y preocupado: el turismo de borrachera que está acabando con nuestras preciosas costas. Sí, lo sé, puede que algunos piensen que soy un "abuelo cebolleta" que vive en el pasado, pero déjenme decirles que tengo 62 años y he visto cómo ha evolucionado el turismo en España.

Recuerdo cuando viajaba por las costas españolas en los años 80 y 90, disfrutando de la tranquilidad y la belleza natural de lugares como Cadaqués, San Vicente de la Barquera o Conil de la Frontera. Los hoteles eran pequeños, familiares y con un encanto especial que los hacía únicos. Ahora, en cambio, veo cómo se han construido enormes complejos turísticos que solo buscan el lucro fácil y rápido a costa de la calidad y el respeto por el entorno.

No puedo evitar sentir nostalgia por aquellos tiempos en los que el turismo era más auténtico y respetuoso. Veo cómo los jóvenes vienen a nuestras costas solo para emborracharse y causar destrozos, sin apreciar la belleza de nuestro país y su rica cultura. Me duele ver cómo se pierden tradiciones y costumbres locales en aras de la masificación y el consumo desmedido.

Es por eso que quiero hacer un llamado a todos los amantes del turismo tradicional y auténtico, a aquellos que valoran la historia y la identidad de un lugar. Debemos defender nuestros destinos más auténticos y promover un turismo sostenible que respete el entorno y la comunidad local. No necesitamos destinos de moda y hoteles de lujo para disfrutar de unas vacaciones inolvidables, basta con buscar lugares con encanto y rincones poco conocidos que aún conserven su esencia.

En definitiva, es hora de reflexionar sobre el impacto negativo que el turismo masivo y de borrachera está teniendo en nuestras costas. Debemos actuar con responsabilidad y conciencia, valorando y protegiendo los lugares auténticos y tradicionales que hacen de España un destino único en el mundo. Espero que mis palabras sirvan de inspiración para aquellos que buscan una forma diferente de viajar y disfrutar de nuestras maravillosas costas. ¡Viva el turismo auténtico y respetuoso!