En un mundo obsesionado con la novedad y la tecnología, parece que los motores diésel y la mecánica tradicional están quedando en el olvido. Como Antonio Motor, un apasionado mecánico de 49 años con más de tres décadas de experiencia, no puedo evitar expresar mi descontento ante la obsesión por los coches eléctricos y el resurgimiento del motor rotativo de Mazda.

Los coches eléctricos son el último grito de la moda en la industria automotriz, pero para mí, son simplemente una moda pasajera. ¿Dónde queda la pasión por los motores diésel, por el olor a gasolina y por el sonido atronador de un buen motor en marcha? Los coches eléctricos pueden ser eficientes, pero carecen de la esencia y la durabilidad de un buen motor diésel. ¿Acaso un coche eléctrico del 2021 será capaz de mantenerse en las carreteras como mi querido Seat León del 2008?

Y ahora, Mazda decide resucitar el motor rotativo, un motor que ha sido más famoso por sus problemas de fiabilidad que por su rendimiento. ¿Realmente es necesario volver a un motor que ha sido constantemente criticado por su falta de durabilidad? En mi opinión, Mazda debería centrarse en mejorar sus motores convencionales en lugar de revivir reliquias del pasado que no aportan nada a la industria automotriz actual.

Como mecánico con años de experiencia, he visto cómo la tecnología ha ido invadiendo los coches, convirtiéndolos en verdaderos ordenadores sobre ruedas. Pero para mí, un buen coche es aquel que tiene un motor sólido, una mecánica sencilla y una durabilidad a prueba de bombas. Los coches modernos pueden tener todas las pantallas táctiles y asistentes de conducción que quieran, pero si no son capaces de resistir el paso del tiempo, ¿realmente valen la pena?

En definitiva, como Antonio Motor, me resisto a la obsesión por los coches eléctricos y los motores rotativos. Prefiero quedarme con mis motores diésel, mis manos manchadas de grasa y mi pasión por la mecánica tradicional. Los coches pueden evolucionar, pero nunca deberían perder su esencia y su durabilidad. ¿Y tú, qué opinas? ¿Estás de acuerdo con la obsesión por los coches eléctricos o prefieres la sencillez y la durabilidad de los motores diésel?