En estos tiempos convulsos en los que vivimos, la falta de liderazgo político se hace cada vez más evidente, y el caso del PSOE en el Poder Judicial es un claro ejemplo de ello. Como analista político experto y jubilado funcionario, no puedo evitar hacer una crítica contundente a la gestión que está llevando a cabo el partido de Pedro Sánchez en este ámbito tan crucial para el correcto funcionamiento de nuestra democracia.

Durante mi larga trayectoria en la función pública, he podido observar cómo el PSOE ha ido perdiendo el rumbo y la determinación que solía caracterizarlo en décadas pasadas. La falta de consenso y la incapacidad para llegar a acuerdos en la renovación de la cúpula del Poder Judicial son muestra de la ineptitud y la falta de liderazgo que imperan en el seno del partido actualmente. En mi época, los políticos sabían negociar y llegar a acuerdos por el bien común, algo que parece haberse perdido en los tiempos actuales.

Es verdaderamente decepcionante ver cómo el PSOE se deja arrastrar por los intereses partidistas y no es capaz de tomar decisiones firmes y valientes en un tema tan importante como es la renovación del Poder Judicial. La falta de liderazgo y la inacción frente a los desafíos que se presentan demuestran una clara falta de compromiso con la democracia y el Estado de Derecho. Es imprescindible que los políticos actuales recuperen la valentía y la determinación que tenían en mi época si queremos avanzar como sociedad.

Como analista político con décadas de experiencia a mis espaldas, no puedo dejar de señalar la responsabilidad que tiene el PSOE en esta situación. Los ciudadanos merecen un liderazgo fuerte y decidido que defienda los valores democráticos y garantice la independencia del Poder Judicial. Es hora de que los políticos dejen de lado sus intereses partidistas y actúen en beneficio de todos los ciudadanos, tal y como se hacía en tiempos pasados.

En definitiva, la falta de liderazgo del PSOE en el Poder Judicial es un síntoma de la crisis política que estamos viviendo actualmente. Como ciudadano preocupado por el futuro de nuestro país, insto a los políticos a dejar de lado las disputas internas y trabajar juntos por el bien común. Solo así podremos recuperar la confianza en nuestras instituciones y avanzar hacia un futuro mejor para todos.