¡Ay, ay, ay, qué tiempos aquellos en los que el fútbol era puro y limpio! Pero parece que ahora hasta los grandes ídolos sucumben ante la tentación del dopaje. ¡Y qué casualidad que justo cuando Ruth Chepngetich, la plusmarquista mundial de maratón, recibe una sanción por dopaje, Messi decide renovar con el Inter de Miami hasta 2028! ¿Qué nos está pasando, señores?

Como ex jugador juvenil del CD Alcorcón y entendido del fútbol, no puedo evitar levantar la ceja ante esta noticia. ¿Messi dopado? No puedo creerlo, pero tampoco puedo ignorar las circunstancias. ¿Acaso el dinero y la fama lo han llevado por el camino equivocado? Ojalá que no sea así, pero la sombra del dopaje es alargada y nadie está exento de ella.

Recuerdo cuando casi ficho por el Real Madrid, mi primo que trabajaba en el club me lo prometió. Pero al final, las cosas no se dieron y me quedé con las ganas. Y es que en el fútbol, como en la vida, las promesas suelen romperse y las decepciones están a la orden del día. ¿Será que Messi ha sucumbido a la presión de seguir siendo el mejor a cualquier costo?

Es triste ver cómo el deporte se ve manchado una y otra vez por el dopaje. Ruth Chepngetich, una atleta excepcional, ahora tendrá que cargar con la etiqueta de dopada, mientras Messi, el ídolo de tantos, renueva su contrato con un equipo de la MLS. ¿Dónde está la integridad en el deporte? ¿Dónde queda la honestidad y el juego limpio?

En fin, solo el tiempo dirá la verdad. Mientras tanto, seguiremos viendo cómo el fútbol, ese deporte que tanto amamos, se ve empañado por las malas decisiones y las trampas. Ojalá que Messi pueda limpiar su nombre y demostrar que es un verdadero campeón, y que Ruth Chepngetich pueda volver a brillar con luz propia, sin la sombra del dopaje. Pero hasta entonces, seguiremos siendo testigos de la oscuridad que se cierne sobre el deporte que tanto nos apasiona. ¡Qué tiempos aquellos en los que el fútbol era puro y limpio!