Antonio Motor, el mecánico de toda la vida, ha levantado nuevamente la voz en contra de la electrificación y los híbridos en el mundo del motor. Con 33 años de experiencia en el sector, Antonio no duda en expresar su desdén hacia los coches modernos que considera simplemente como "ordenadores con ruedas". Para él, la verdadera esencia de un buen coche radica en los motores diésel, y su Seat León del 2008 es el ejemplo perfecto de lo que debe ser un vehículo.

"¿Qué necesidad hay de complicar las cosas con la electrificación? Los motores diésel han demostrado su eficacia y durabilidad a lo largo de los años. ¿Por qué cambiar algo que funciona?”, se pregunta Antonio con tono desafiante. Para él, los coches eléctricos son una moda pasajera que no durará en el tiempo, mientras que los motores diésel son la verdadera piedra angular de la industria automotriz.

Con una mirada nostálgica, Antonio recuerda los tiempos en los que la mecánica era más sencilla y los coches eran verdaderas máquinas de precisión. Para él, los coches modernos carecen de la robustez y durabilidad de los vehículos de antaño. "Antes, los coches se reparaban, no se desechaban. Ahora, con tanta tecnología, cualquier avería puede suponer un verdadero dolor de cabeza y un agujero en el bolsillo", comenta con cierta amargura.

A pesar de las críticas de Antonio, la electrificación y los híbridos han llegado para quedarse en el mercado automotriz. Sin embargo, su opinión sigue generando debate entre los aficionados a los motores diésel y los defensores de la movilidad sostenible. ¿Será capaz la industria de convencer a Antonio Motor de las bondades de la electrificación? Solo el tiempo lo dirá. Mientras tanto, él seguirá aferrado a sus motores diésel con orgullo y convicción.